martes, 17 de diciembre de 2013

Manos.




Se me eriza la piel cada vez que recuerdo sus manos.
 Y qué manos.
 Creo que nunca antes nadie me había tocado así.
 Le sentía dentro.
 Era como cuando Sol y Luna forman un eclipse.
 No sé, era como si me penetrara sin hacerlo.
Conseguía hacerme temblar con tan sólo rozarme.
 Enredaba sus manos en mi pelo y esnifaba mi perfume.
 Pero la yonki era yo.
Deseaba que me consumiera, que se apoderara de mí y me hiciera suya. Que jugara conmigo a su antojo y gimiera de placer. Satisfacerle, ser la dosis necesaria para crear adicción.
Sin exceso.
 Ser droga en pequeñas porciones.
 Y alimentarle. Llenarle de mí y dejar que desordene mi habitación y mi alma.
Ponerlo todos patas arriba y complacerle.
Y amanecer por la mañana.
Café y tostadas con mermelada.
Y después del desayuno, de vuelta a la cama.




jueves, 28 de noviembre de 2013

Como un libro.


Eres tan elegante... Siempre con traje, siempre impecable.
Tan duro por fuera y tan frágil por dentro... 
Tan explícito en cada una de tus palabras que hasta provocas miedo.
Tus historias... Tan detalladas, tan cuidadas.
Perfeccionadas cada una de tus palabras, cada trazo de la caligrafía de tus letras...
Te me antojas adicción incluso en tus páginas de tinta corrida, de párrafos tristes que no son más que el prólogo de futuras sonrisas.
Y es que despiertas en mí tanta curiosidad que no cabría ni en ocho estanterías.

Eres tan misterioso y tan delicado... Siempre provocando que quiera saber más... Y más... Y más.
Tengo la intención de conocer cada una de tus esquinas, de tus márgenes; de interpretar tus versos, tus aspiraciones y tus sueños.
Incluso de atravesarte el alma, de protagonizar tus páginas en blanco.
Quiero ser tu marcapáginas y tus puntos seguidos.
Y solo ser punto y final con la condición de ser el principio de algo nuevo, de más historias, de otras idas y venidas.



Patricia Piña,
con la colaboración de Theodore.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Quan el somni es converteix en realitat.


Quan el somni es converteix en realitat. Quan la realitat es converteix en somni.

A vegades és sorprenent les voltes que dona la vida. Coses que donaves per segures, que pensaves que no podien canviar, de sobte desapareixen i sembla que mai hagin existit. Fets que creies impossibles, propis de la imaginació, passen a formar part de la realitat, del teu dia a dia.

Res és per sempre.
 Res és etern. 
Res és irrealitzable. 
Res és impossible... 
...quan somies.

Apareixes en el millor moment i, alhora, en el pitjor moment. Tot al teu voltant és com un somni. Com quan encara ets al llit sabent que en algun moment hauràs de despertar, i t’aferres als llençols intentant defugir el despertador una mica més. Però no es pot viure dels somnis, com tampoc es pot fugir de la realitat. Després de tot el que hem fet junts, i el que no hem fet... Després d’haver comptat totes les estrelles del firmament. Després de totes les paraules expressades amb la mirada, arriba el cop de gràcia que em fa posar els peus a terra i despertar-me del teu somni. La distància ens separa. Una distància que va més enllà de l’espai i el temps. Em bellugo entre el que és imaginari i el que és de veritat, difuminant la suau línia amb els meus peus descalços amb l’esperança de que tard o d’hora el somni i la realitat es tornin a unir, ni que sigui per un instant.

El temps passa, és inevitable. I quan més temps passa més pesa sobre un mateix. I l’únic que pots fer és decidir la forma de carregar aquest pes sobre les teves espatlles. Amb orgull i sense vergonya, o deixant que la càrrega defineixi la direcció de les teves passes, sense poder avançar cap allà on tu vols anar.

Però la por paralitza fins i tot als més valents. I si et deixes atrapar només et quedarà viure a través dels somnis. Viure una vida que no serà real.

Estàs dispost a pagar aquest preu?
e.
15/09/2013

viernes, 13 de septiembre de 2013

La chica que no sabía querer

Dicen que a querer no se aprender queriendo, sino por necesidad.
Una fría noche de verano, con el sonido de los truenos y la lluvia tras los cristales, se hizo una promesa: No sufrir por amor.
Y es que ella no sabe querer; compra ginebra y amor a partes iguales. ¿Será que el alcohol le sacia y no tiene esa necesidad de amar de la que algunos hablan?
Enfrente de la chimenea y con un libro de Agatha Christie ante sus ojos, lo cerró de golpe.
No podía dejar de pensar en otras cosas. Y es que ella es de todos y de ninguno.
Es libre. Sin dueño. Y esa libertad es la que probablemente le frustre.
No es que tenga la necesidad de 'pertenecer' a alguien, pero tanta libert/soled(ad) llega a hacer que se sienta débil.

¿Sabéis cuando tenéis ganas de vomitar y no sois capaces de arrojar toda la mierda que lleváis dentro? Siento la comparación, pero es algo similar.
Ella tiene mucho amor dentro. Y nadie a quien dárselo. Y eso es un problema. Cualquier día de estos revienta y vomita mariposas con purpurina y corazones de terciopelo.
Y a lo mejor es preferible. Qué coño va a saber ella, si no se ha enamorado en su vida. 
Ni quiere. O sí. No lo sabe. Nunca lo ha hecho.

Mientras tanto, irá esquivando el amor que le den y regalándolo a quien menos lo merezca.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Diez años



— Si no vienes, no voy. Y si me quedo, no seré feliz.
— Entonces iré, aunque mi felicidad dependa de ello.
Y así fue como me sacó a rastras de mi hogar. 

Dejando mi vida y los ojos de mi padre llenos de lágrimas.

No cabía en las cinco maletas el dolor que me provocó ver al hombre de mi vida llorar por primera vez.

Le estaba abandonando.

Le estaba siendo infiel.
Pero marché.

Marché hacia la tacita de plata, la cual llené de gotitas saladas y en la que pude navegar durante cuatro largos años.

Caían como cayeron las Torres Gemelas dos años antes, pero dentro de mí.

Allí a pesar de haber alegría, Carnaval y olor a sal de la Caleta, no había nada.

Estaba más vacía que nunca.

Así que decidí beberme las gotas de un sólo trago.

Hay que querer mucho a alguien para interponer su felicidad antes que la tuya propia, ¿eh?


Palma de Mallorca, 11 de septiembre de 2013

domingo, 25 de agosto de 2013

Huérfana de corazón



Sincera hasta decir basta y peca de justiciera, quizás ese sea su mayor delito.
Exigir igualdad y proclamar la verdad aunque eso le acarree problemas.
Pero, realmente, sólo reclama lo que da, nada más.

Está harta de regalar sacos de cariño, fidelidad y confianza. 
Harta de que se los devuelvan completamente vacíos y deshilachados.
Ahora es huérfana de corazón y va por el mundo mendigando almas.
Pero nadie lo sabe.
O eso cree ella. 
Llora por dentro, aunque su silencio pide a gritos socorro.
Ruidos sordos que pocos pueden apreciar, sólo aquellos que saben leer miradas y labios que no pronuncian palabra alguna.

miércoles, 31 de julio de 2013

Sin título 2

Ha vuelto a pasar. Has vuelto.


Gracias. Lo cierto es que te echaba de menos.

Igual de cierto que para volver, antes hay que haberse ido, y a veces dudo de ello.

Ay, ha sido tan bonito verte... Y para más inri en nuestra tacita de plata.



—¿Eres familiar de M? Te pareces mucho.


—Soy M. ¿Cómo me recuerdas después de 14 años?

Porque jamás dejé de hacerlo.


Lo cierto es que fueron cinco, siempre se le han dado muy mal las matemáticas. O igual es que la espera a nuestro reencuentro se le ha hecho tan eterna como a mi.
A pesar del tiempo que llevábamos sin vernos, tuve el descaro de proponerle un paseo por La Caleta, como en los viejos tiempos.
Y justo cuando íbamos a salir de lo que una vez fue nuestra casa, se esfumó.
Jamás odié tanto despertar.

sábado, 13 de julio de 2013

Cabezas en los pájaros.




Pájaros, cientos de pájaros. 
Algunos libres, otros esclavos.
Muchos de ellos saborean la soledad tanto o más que tú.
Sin embargo, otros degustan con dulzura la libertad. Esa que tu no tienes.

Y vuelan.
Tan alto como jamás llegará tu mente. Ni tu piel.

¿Y sabes por qué?
Porque ella es prisionera de tu cabeza.
De tu maldita cobardía, de tus ganas contenidas, de las ideas que no propones ni nunca llevarás a cabo.

En tu nido no hay más que paja.
 No tienes de qué alimentarte; por lo que no intentes dar de comer a los demás.
Acoge cuando tengas algo que ofrecer. Cuando tengas espacio de sobra en el nido que se posa en tu cabeza.



 Y cuidado con los huevos, no es suficiente con ponerlos.
Todo acto tiene sus consecuencias, ya lo sabes.
Tú eres tu jaula y solo tú tienes la llave.

Sé pájaro y vuela.
 Y construye nidos firmes.
 E invita a quien te ayude a mantenerlo.
 Cuidado con los intrusos que quieran destruirlo.
Así que hazte un favor y regálate libertad:
Tu libertad.


miércoles, 10 de julio de 2013

*





Mira, aún la guardo.
Ese clavel rojo que me regalaste hace ya varios meses.
 Ha pasado mucho tiempo y lo recuerdo como si fuese ayer.
 Recuerdo perfectamente como me sentí.

Pequeña, inmensamente pequeña.
 Tan diminuta que me sentía prácticamente invisible.
 Tanto, que por poco desaparezco.

Qué podía esperarse de una barata imitación. 
A mí me gustan las rosas a pesar de las espinas.

Te confieso que se me pasó por la cabeza deshojar ese clavel cual margarita fuere. 
Pero luego pensé en cómo me sentí y no fui capaz. 
Hubiera sido muy egoísta por mi parte, ¿no crees? 
Qué culpa tendrá esa pobre flor para merecer ser desnudada pensando en otra persona. ¿Quién soy yo?
Sería muy cruel revivir ese momento.
Pero, ¿sabes? Ahora la uso como punto de libro, por si me pierdo.
 La usaré mientras no sea capaz de pasar página. 
Mientras todos los puntos sean seguido y no a parte.
 Mientras sigan existiendo puntos suspensivos.

Y mira que mientras te tuve jamás te escribí. 
Creo que es por eso que ahora escribo más que nunca; porque sé a ciencia cierta que no me lees, que puedo escribirte sin esperar respuestas.
 Porque créeme, ya no las necesito.


miércoles, 3 de julio de 2013

Si quieres... (Theo Lestrange)


Si quieres cogerme la mano y seguirme, hazlo. 
Si quieres pasar de ella y andar por tu cuenta, también. 
Haz lo que te plazca porque es lo único que se me da bien hacer, y lo que haré. 
Si quieres irte, vete; pero si te quedas, quédate. 
Con todo lo que ello conlleva, me refiero.
 Quédate en mayúsculas, sino vete.
Si quieres un beso, róbamelo. 
Si me lo tienes que pedir, no hace falta que te pregunte qué haces aquí.
 Si me lo tienes que pedir, deberías ser capaz de aceptar tu derrota y abandonarme en la oscuridad para que pueda encontrar la luz.
Si quieres quererme, hazlo sin rechistar.
 Sin condiciones. 
Sin excusas. 
Sin ‘mañana igual no vengo a dormir’. 
Sin ‘te quiero, pero’. 
Los peros son veneno.
Si quieres cambiarme, ni te atrevas a presentarte. 
Si quieres… Te espero. 

Sino, avísame antes de que mi corazón

 cometa la locura de quererte.

Por Theo Lestrange.
Más de ella, en su blog y en Twitter.

domingo, 30 de junio de 2013

Ilustración para "Sin título", por Meritxell Costa

Sin título

Ilustración: Meritxell Costa Petit


***

Y de repente, te pierdo. 
Y me pierdo.
Me enciendo un cigarro, exhalo humo y te sigo buscando.
 Nada, ni rastro de ti. 
Tampoco estás al otro lado de la cama.
 Me levanto descalza y salgo al balcón de mi habitación. 
 Aparto las cortinas blancas impregnadas en humo.
 Nada, sigues sin aparecer.
 Se me ocurre preguntarle a la luna si sabe de tu paradero, pero no responde. Ella, que parecía sernos fiel cada noche. Ella, que había sido testigo de lo nuestro. De todo.
 La miro de nuevo y veo que poco a poco se va apagando. Al igual que tú, creo que pretende desaparecer.
Y entonces abro los ojos. De nuevo soñando que te pierdo.


Pero lo pienso y…

¿Es posible perder algo que nunca has poseído?


martes, 25 de junio de 2013

Artistas

Locos.

Es la primera palabra que viene a la cabeza cuando se habla de artistas. 


Locos que escriben, dibujan y transmiten “cosas raras”, cosas de locos.

Bah, no saben lo que dicen.

Dejadlos, están locos.

Sólo se entienden ellos mismos.


 U otros locos.

 O las putas a las que dibujan.

 O las musas en las que se inspiran.

 Más locos...

 Borrachos, yonkis y gente de mala muerte que piensa que puede vivir de sus locuras.

 De lo que hacen. 

De lo que viven.

¿Sabéis qué? Admiro a esos locos.

Crean, sienten, transmiten. ¿Hay algo más bonito que dedicar tu vida a ello?
Un escritor no escribe lo que vende, sino que vende lo que escribe.
Algunos le ponen precio a su vida.
Sin embargo, el chico aquel barbudo del metro que toca la guitarra mientras canta, regala música

Y ni todas las monedas del mundo podrán comprar su arte.



Es de los que piensan que el arte no se vende, se comp(arte).


lunes, 24 de junio de 2013

La espera (des)espera.


Es tarde. 
Empieza a oscurecer y los rayos de sol van volviéndose débiles.



Qué raro, él siempre ha sido muy puntual. Bueno, le esperaré un rato más, quizás le hayan mandado más faena en el trabajo. Según tengo entendido, su jefe es un capullo, o eso me dice él siempre.

Pobre ilusa. Sabe de sobra que no aparecerá, que se repetirá la historia pero esta vez no será con motivo de ir a por tabaco. Él no fuma. De hecho, odia que ella lo haga.
Pero lo cierto es que la espera le está matando más que toda una cajetilla de tabaco.


Empieza a desesperar y se enciende un cigarro. Lo mancha con el carmín de sus labios y empieza a juguetear con los botones de su vestido.

Ya es completamente de noche. Y ella sigue sola, esperando y manteniendo la poca esperanza que le queda. Únicamente le acompaña el reflejo de la luna y una paloma blanca que se aproxima al banco en el que está ella sentada.

Cierra los ojos y los recuerdos empiezan a derramarse sobre sus mejillas.
Sabe de sobra que esta noche dormirá sola. Los recuerdos se convierten en sollozo.


¿Por qué? -pregunta mirando hacia la luna llena-, prometió que vendría. Dijo que me quería y que me prepararía café y tostadas con mermelada por la mañana.
Ella le regaló lo más preciado que tenía: su amor y su confianza. 
Era de esperar.

 En el momento en que dejó que le bajara las bragas, sabía que había perdido la batalla.


Él era un hombre -que no un caballero- casado y con tres hijas. Únicamente buscó diversión en una joven de tan sólo 19 años.
Pobre ingenua, ¿qué esperaba? Los hombres no son de fiar, mucho menos los casados.


Rendida y vestida entre lágrimas, se puso la coraza y se prometió que jamás volvería a llorar por un hombre.

Y ella siempre cumple sus promesas.

sábado, 22 de junio de 2013

Nueva versión de Tu recuerdo (Sergi Costa)


Es otra de esas noches donde vuelvo a llegar tarde,
donde la lágrima que se derrama arde por ser tan cobarde.
Me invade la nostalgia por dejarte escapar,
 sé que no me lo podré perdonar.

No puedes escucharme, pero me gustaría confesarte:
 Que sin ti la vida ya no brilla y es mas oscura.
Me volví a colocar a armadura.
Tu silencio chilla fuerte
y el recuerdo se hace astillas al nombrarte.


Mientras sueño con aquellos días,
 aquellos besos robados, apasionados. A escondidas.
Las caricias, alegrías, las cosquillas,
y el color del amor en mis mejillas.


Tu sonrisa; mi delirio.
Dos almas desnudas, el idilio,
las sábanas y la pasión sin condiciones. Lo único necesario,
pero despierto solo, y mi corazón en el exilio.


Por un momento tuve alas con las que poder volar;
tú, la nube donde parar a descansar.
Pero esas alas no eran mías.
¿Lo sabías? Eran tuyas.

Y las he perdido, por eso busco tu recuerdo por el suelo.
Y no sabes cuantos celos me provoca
ver como el cielo te toca y arropa.


Pero sabes, soy como un pincel que dibuja lo que necesita,
suenan palabras que mi alma evita.
Son palabras que me asustan, mientras el eco de tu silencio retumba. 

Colaboración de 
Sergi Costa. Nueva versión de Tu recuerdo
Más de él, en su blog y en Twitter


sábado, 15 de junio de 2013

Tu recuerdo.


Esta noche quiero confesarte
que no hay mayor desastre
que tu recuerdo.

Que aunque a veces pierda la cordura,
créeme que aún te sueño, pues tu recuerdo perdura.

Sueño que una mariposa se posa
sobre tu hombro y te vuelves magia.

Por un momento, tienes alas.
Y aunque te lo parezca o lo intuyas,
esas alas no son del todo tuyas.

Pero tu recuerdo vuela, vuela por el cielo.
Ay, y cuantos celos me provoca 
el aire que te toca.

Pero, ¿sabes?

Como un cascabel cuando se agita,
suenan campanas y mi alma grita.

Su ruido me penetra y todo su eco retumba.
Créeme, con tu recuerdo y mi miedo
...
Me iré a la tumba.

martes, 11 de junio de 2013

Amorofobia y otras sustancias.

Debí hacerle caso a mi madre, no tendrá ni idea de muchas cosas, pero en temas de amor es sabia, muy sabia.

Debí escuchar sus "Aléjate, no te conviene", pero basta que me digan lo que no tengo que hacer para empezar a hacerlo.

Cabezota hasta la saciedad. 

Siempre he sido de esas que han tenido que comprobar las cosas por sí misma. "Cuidado, te vas a caer", pues tenía que caerme para comprobar que era verdad.
Tengo que vivirlo para saberlo.
No soportaría la idea de que me taladrara la cabeza
esa maldita pregunta de "Y si..."
 No. 
Siempre he sido una fanática de rasparme las rodillas y joderme el corazón,
pero mamá siempre ha tenido tiritas de sobra.

Y lo mismo me ha pasado siempre con sus consejos. 
"No tiene ni idea"-pensaba yo- cuando en realidad era al revés.
"Puede que esta vez se equivoque", pero no, mamá en estas cosas no se equivoca.
Y encima yo me extraño.
No sé como a estas alturas aún me sorprendo.
Mamá siempre tiene razón.
Por desgracia, siempre la tiene.
Y aunque jamás le haga caso, luego es ella quien me consuela.
Menuda paradoja.

Pero poneros en mi lugar.
Luego la duda atormenta, no me lo podéis negar.
Es que... Entendedme.
No me gusta opinar sin saber.
Odio los prejuicios.
La duda.
Soy de las que va por el mundo regalando oportunidades
y si me joden, luego ya si eso me arrepiento y cambio.
O no.
Pero equivocarse, a veces, es divertido.
Se aprende. Se vive. Se siente.
He bautizado a esa palabra tan odiosa llamada error
y la he cambiado por lección.
Pero todos merecemos la oportunidad de que se nos conozca, pienso.
Me niego rotundamente a tachar a nadie sin haberme
puesto antes en su piel.
O él en la mía.

De verdad, no sé a quien he salido.
Mi padre fue un living la vida loca y mi madre un poco más de lo mismo.
Y yo sufriendo de amorofobia, heredado de algún gen que daban por perdido.

Y yo aquí.
Perdiendo el tiempo en conseguir imposibles.
Adoro los imposibles. Adoro luchar por ellos.
Y cuanto más prohibido, más me gusta.
...
Soy así.


domingo, 9 de junio de 2013

Salvemos el mundo.


El día en que una sonrisa valga más que una ortodoncia.

El día en que vivir valga más que permanecer en una habitación de hospital.

El día en que las flores, los ríos y los bosques valgan más que destruir la naturaleza con una lujosa construcción.

El día en que se deje de pagar por sexo.

El día en que la educación se imparta por gusto y no por obligación.

El día en que valga más pasear contigo de la mano por romA que el billete de avión.

El día en que haya menos gente y más personas.

El día que se valore más tierra, aire, agua y fuego.

El día que se le deje de dar más importancia a esos papeles pintados a los que llamamos dinero.

...

Cuando llegue ese día aprenderemos a vivir.
Y sólo así podremos salvar el mundo.

jueves, 6 de junio de 2013

Siete pecados.

¿Se considera lujuria soñar con poseer a alguien?
Aunque realmente no me pertenecería, sólo disfrutaría de su presencia.
No sería su dueña, aunque tampoco dejaría que fuese de nadie más.

¿Y gula no cansarme jamás de comerme a besos cada centímetro de su piel?
Sí, en exceso.
Aunque fuera irracional. Aunque no fuera necesario. 
Cada vez que se me antojara alimentarme de él.

Avaricia de tenerle, de llevarle tatuado en el alma. 
De no conformarme y querer siempre más. De traicionar al tiempo, a las estrellas y al cielo.

Y que se jodan.
Que se mueran de envidia.

Que nos dé pereza levantarnos de la cama. 
Ay, ojalá me diese pereza dejar de mirarle mientras duerme.

Y enfrentarme con ira al mundo si intenta separarnos.

Y estar orgullosa de ser soberbia
Porque el vacío que dejó en muchos corazones es ahora el que me llena.

Podéis odiarme por pecar, aunque realmente no será a mí a quien odiéis, sino a él, mis 7 pecados capitales.







miércoles, 5 de junio de 2013

Secreto en la tacita de plata.


Jamás se lo contó a nadie.
 Ella una vez quiso, quiso mucho y de verdad. Y desde entonces, nunca ha vuelto a querer igual.

 Y él, él no sé.

 Pero sé que se quisieron mucho y muy fuerte.

 Se defendían a capa y espada. 
Jamás se besaron, pero creedme, lo suyo era amor.

En un barrio de la tacita de plata, los vecinos rumoreaban que era la mejor fusión que la naturaleza había creado hasta entonces.

 Eran felices. 
Se entendían.
 Se necesitaban.
 Se complementaban.
Aprendían el uno del otro. 

Él le enseño a amar el flamenco; ella, le enseñó a hacerlo de sí mismo

Y no se besaron jamás porque el destino así lo quiso.
 Las cosas eran complicadas, jamás lo entenderíais.
Os preguntaréis por qué era un querer y no poder.

Pues bien, un día su señora madre le dijo: Nena, sé que estaríais juntos si no fuera porque eres mi hija.
Y ahí lo dejo.

Después de un tiempo, ambos marcharon del sur de España. Él a otro continente; ella, a su ciudad natal.
Entre ellos ha habido un paréntesis de cinco años de silencio, aunque ninguno de ellos tiene muy claro el por qué.

Ahora, hace apenas unos días, aún estando a miles de kilómetros y a un océano de distancia, un 'sigues siendo la misma' de él inunda su rostro. 

Ella desde entonces no ha vuelto a querer igual. Ha besado a muchos, pero no ha sentido ni la mitad de lo que sentía simplemente estando junto a él.

"Sin amor, todos los besos saben igual".

Y ambos saben que algún día ese océano se secará. 
No habrá distancia.
 Y volverán a sentir cómo se les eriza la piel con sólo rozarse.
 Porque el destino es caprichoso, dice ella.
 Y la vida dura, y el amor ni te cuento. 
Pero ellos lo son aún más.
Muchísimo más.
*

martes, 4 de junio de 2013

Héroes.



Todos nos hemos sentido solos alguna vez. Y quien diga que no, miente. 
Pero por muy solos que estemos, nunca lo estamos del todo.
Todos tenemos algún flotador en nuestra vida.

 Esa tabla roñosa que aún pareciendo que no se salvaría ni a ella misma, es capaz de salvarte a ti.
 Y que, aún siendo una simple tabla, a tí te parece la más maravillosa del mundo: Flota

Y lo más importante, te hace flotar.

Cuando crees que te hundes entre tu propia mierda, esa trozo de madera desgastado se ahoga entre tu basura y se oxida con el fin de hacerte emerger.


 ¿Hay mayor demostración de amor que tragarse y limpiar la mierda ajena?

Debería haber más tablas flotantes, más gente con el alma pura y con la mirada transparente.


Estas personas son ángeles. Deberían ser inmortales.

 Son puntos brillantes en tu oscuridad. 
Son esa luz al final del túnel. 
Son estrellas que alumbran tu universo. 
Son la sonrisa entre tu tristeza.
 Son el calor que derrite tus pedacitos de hielo. 
Son ruido en tu silencio
...
 Son héroes.

*
Pero...
Y a los héroes, ¿Quién les salva?