domingo, 30 de junio de 2013

Ilustración para "Sin título", por Meritxell Costa

Sin título

Ilustración: Meritxell Costa Petit


***

Y de repente, te pierdo. 
Y me pierdo.
Me enciendo un cigarro, exhalo humo y te sigo buscando.
 Nada, ni rastro de ti. 
Tampoco estás al otro lado de la cama.
 Me levanto descalza y salgo al balcón de mi habitación. 
 Aparto las cortinas blancas impregnadas en humo.
 Nada, sigues sin aparecer.
 Se me ocurre preguntarle a la luna si sabe de tu paradero, pero no responde. Ella, que parecía sernos fiel cada noche. Ella, que había sido testigo de lo nuestro. De todo.
 La miro de nuevo y veo que poco a poco se va apagando. Al igual que tú, creo que pretende desaparecer.
Y entonces abro los ojos. De nuevo soñando que te pierdo.


Pero lo pienso y…

¿Es posible perder algo que nunca has poseído?


martes, 25 de junio de 2013

Artistas

Locos.

Es la primera palabra que viene a la cabeza cuando se habla de artistas. 


Locos que escriben, dibujan y transmiten “cosas raras”, cosas de locos.

Bah, no saben lo que dicen.

Dejadlos, están locos.

Sólo se entienden ellos mismos.


 U otros locos.

 O las putas a las que dibujan.

 O las musas en las que se inspiran.

 Más locos...

 Borrachos, yonkis y gente de mala muerte que piensa que puede vivir de sus locuras.

 De lo que hacen. 

De lo que viven.

¿Sabéis qué? Admiro a esos locos.

Crean, sienten, transmiten. ¿Hay algo más bonito que dedicar tu vida a ello?
Un escritor no escribe lo que vende, sino que vende lo que escribe.
Algunos le ponen precio a su vida.
Sin embargo, el chico aquel barbudo del metro que toca la guitarra mientras canta, regala música

Y ni todas las monedas del mundo podrán comprar su arte.



Es de los que piensan que el arte no se vende, se comp(arte).


lunes, 24 de junio de 2013

La espera (des)espera.


Es tarde. 
Empieza a oscurecer y los rayos de sol van volviéndose débiles.



Qué raro, él siempre ha sido muy puntual. Bueno, le esperaré un rato más, quizás le hayan mandado más faena en el trabajo. Según tengo entendido, su jefe es un capullo, o eso me dice él siempre.

Pobre ilusa. Sabe de sobra que no aparecerá, que se repetirá la historia pero esta vez no será con motivo de ir a por tabaco. Él no fuma. De hecho, odia que ella lo haga.
Pero lo cierto es que la espera le está matando más que toda una cajetilla de tabaco.


Empieza a desesperar y se enciende un cigarro. Lo mancha con el carmín de sus labios y empieza a juguetear con los botones de su vestido.

Ya es completamente de noche. Y ella sigue sola, esperando y manteniendo la poca esperanza que le queda. Únicamente le acompaña el reflejo de la luna y una paloma blanca que se aproxima al banco en el que está ella sentada.

Cierra los ojos y los recuerdos empiezan a derramarse sobre sus mejillas.
Sabe de sobra que esta noche dormirá sola. Los recuerdos se convierten en sollozo.


¿Por qué? -pregunta mirando hacia la luna llena-, prometió que vendría. Dijo que me quería y que me prepararía café y tostadas con mermelada por la mañana.
Ella le regaló lo más preciado que tenía: su amor y su confianza. 
Era de esperar.

 En el momento en que dejó que le bajara las bragas, sabía que había perdido la batalla.


Él era un hombre -que no un caballero- casado y con tres hijas. Únicamente buscó diversión en una joven de tan sólo 19 años.
Pobre ingenua, ¿qué esperaba? Los hombres no son de fiar, mucho menos los casados.


Rendida y vestida entre lágrimas, se puso la coraza y se prometió que jamás volvería a llorar por un hombre.

Y ella siempre cumple sus promesas.

sábado, 22 de junio de 2013

Nueva versión de Tu recuerdo (Sergi Costa)


Es otra de esas noches donde vuelvo a llegar tarde,
donde la lágrima que se derrama arde por ser tan cobarde.
Me invade la nostalgia por dejarte escapar,
 sé que no me lo podré perdonar.

No puedes escucharme, pero me gustaría confesarte:
 Que sin ti la vida ya no brilla y es mas oscura.
Me volví a colocar a armadura.
Tu silencio chilla fuerte
y el recuerdo se hace astillas al nombrarte.


Mientras sueño con aquellos días,
 aquellos besos robados, apasionados. A escondidas.
Las caricias, alegrías, las cosquillas,
y el color del amor en mis mejillas.


Tu sonrisa; mi delirio.
Dos almas desnudas, el idilio,
las sábanas y la pasión sin condiciones. Lo único necesario,
pero despierto solo, y mi corazón en el exilio.


Por un momento tuve alas con las que poder volar;
tú, la nube donde parar a descansar.
Pero esas alas no eran mías.
¿Lo sabías? Eran tuyas.

Y las he perdido, por eso busco tu recuerdo por el suelo.
Y no sabes cuantos celos me provoca
ver como el cielo te toca y arropa.


Pero sabes, soy como un pincel que dibuja lo que necesita,
suenan palabras que mi alma evita.
Son palabras que me asustan, mientras el eco de tu silencio retumba. 

Colaboración de 
Sergi Costa. Nueva versión de Tu recuerdo
Más de él, en su blog y en Twitter


sábado, 15 de junio de 2013

Tu recuerdo.


Esta noche quiero confesarte
que no hay mayor desastre
que tu recuerdo.

Que aunque a veces pierda la cordura,
créeme que aún te sueño, pues tu recuerdo perdura.

Sueño que una mariposa se posa
sobre tu hombro y te vuelves magia.

Por un momento, tienes alas.
Y aunque te lo parezca o lo intuyas,
esas alas no son del todo tuyas.

Pero tu recuerdo vuela, vuela por el cielo.
Ay, y cuantos celos me provoca 
el aire que te toca.

Pero, ¿sabes?

Como un cascabel cuando se agita,
suenan campanas y mi alma grita.

Su ruido me penetra y todo su eco retumba.
Créeme, con tu recuerdo y mi miedo
...
Me iré a la tumba.

martes, 11 de junio de 2013

Amorofobia y otras sustancias.

Debí hacerle caso a mi madre, no tendrá ni idea de muchas cosas, pero en temas de amor es sabia, muy sabia.

Debí escuchar sus "Aléjate, no te conviene", pero basta que me digan lo que no tengo que hacer para empezar a hacerlo.

Cabezota hasta la saciedad. 

Siempre he sido de esas que han tenido que comprobar las cosas por sí misma. "Cuidado, te vas a caer", pues tenía que caerme para comprobar que era verdad.
Tengo que vivirlo para saberlo.
No soportaría la idea de que me taladrara la cabeza
esa maldita pregunta de "Y si..."
 No. 
Siempre he sido una fanática de rasparme las rodillas y joderme el corazón,
pero mamá siempre ha tenido tiritas de sobra.

Y lo mismo me ha pasado siempre con sus consejos. 
"No tiene ni idea"-pensaba yo- cuando en realidad era al revés.
"Puede que esta vez se equivoque", pero no, mamá en estas cosas no se equivoca.
Y encima yo me extraño.
No sé como a estas alturas aún me sorprendo.
Mamá siempre tiene razón.
Por desgracia, siempre la tiene.
Y aunque jamás le haga caso, luego es ella quien me consuela.
Menuda paradoja.

Pero poneros en mi lugar.
Luego la duda atormenta, no me lo podéis negar.
Es que... Entendedme.
No me gusta opinar sin saber.
Odio los prejuicios.
La duda.
Soy de las que va por el mundo regalando oportunidades
y si me joden, luego ya si eso me arrepiento y cambio.
O no.
Pero equivocarse, a veces, es divertido.
Se aprende. Se vive. Se siente.
He bautizado a esa palabra tan odiosa llamada error
y la he cambiado por lección.
Pero todos merecemos la oportunidad de que se nos conozca, pienso.
Me niego rotundamente a tachar a nadie sin haberme
puesto antes en su piel.
O él en la mía.

De verdad, no sé a quien he salido.
Mi padre fue un living la vida loca y mi madre un poco más de lo mismo.
Y yo sufriendo de amorofobia, heredado de algún gen que daban por perdido.

Y yo aquí.
Perdiendo el tiempo en conseguir imposibles.
Adoro los imposibles. Adoro luchar por ellos.
Y cuanto más prohibido, más me gusta.
...
Soy así.


domingo, 9 de junio de 2013

Salvemos el mundo.


El día en que una sonrisa valga más que una ortodoncia.

El día en que vivir valga más que permanecer en una habitación de hospital.

El día en que las flores, los ríos y los bosques valgan más que destruir la naturaleza con una lujosa construcción.

El día en que se deje de pagar por sexo.

El día en que la educación se imparta por gusto y no por obligación.

El día en que valga más pasear contigo de la mano por romA que el billete de avión.

El día en que haya menos gente y más personas.

El día que se valore más tierra, aire, agua y fuego.

El día que se le deje de dar más importancia a esos papeles pintados a los que llamamos dinero.

...

Cuando llegue ese día aprenderemos a vivir.
Y sólo así podremos salvar el mundo.

jueves, 6 de junio de 2013

Siete pecados.

¿Se considera lujuria soñar con poseer a alguien?
Aunque realmente no me pertenecería, sólo disfrutaría de su presencia.
No sería su dueña, aunque tampoco dejaría que fuese de nadie más.

¿Y gula no cansarme jamás de comerme a besos cada centímetro de su piel?
Sí, en exceso.
Aunque fuera irracional. Aunque no fuera necesario. 
Cada vez que se me antojara alimentarme de él.

Avaricia de tenerle, de llevarle tatuado en el alma. 
De no conformarme y querer siempre más. De traicionar al tiempo, a las estrellas y al cielo.

Y que se jodan.
Que se mueran de envidia.

Que nos dé pereza levantarnos de la cama. 
Ay, ojalá me diese pereza dejar de mirarle mientras duerme.

Y enfrentarme con ira al mundo si intenta separarnos.

Y estar orgullosa de ser soberbia
Porque el vacío que dejó en muchos corazones es ahora el que me llena.

Podéis odiarme por pecar, aunque realmente no será a mí a quien odiéis, sino a él, mis 7 pecados capitales.







miércoles, 5 de junio de 2013

Secreto en la tacita de plata.


Jamás se lo contó a nadie.
 Ella una vez quiso, quiso mucho y de verdad. Y desde entonces, nunca ha vuelto a querer igual.

 Y él, él no sé.

 Pero sé que se quisieron mucho y muy fuerte.

 Se defendían a capa y espada. 
Jamás se besaron, pero creedme, lo suyo era amor.

En un barrio de la tacita de plata, los vecinos rumoreaban que era la mejor fusión que la naturaleza había creado hasta entonces.

 Eran felices. 
Se entendían.
 Se necesitaban.
 Se complementaban.
Aprendían el uno del otro. 

Él le enseño a amar el flamenco; ella, le enseñó a hacerlo de sí mismo

Y no se besaron jamás porque el destino así lo quiso.
 Las cosas eran complicadas, jamás lo entenderíais.
Os preguntaréis por qué era un querer y no poder.

Pues bien, un día su señora madre le dijo: Nena, sé que estaríais juntos si no fuera porque eres mi hija.
Y ahí lo dejo.

Después de un tiempo, ambos marcharon del sur de España. Él a otro continente; ella, a su ciudad natal.
Entre ellos ha habido un paréntesis de cinco años de silencio, aunque ninguno de ellos tiene muy claro el por qué.

Ahora, hace apenas unos días, aún estando a miles de kilómetros y a un océano de distancia, un 'sigues siendo la misma' de él inunda su rostro. 

Ella desde entonces no ha vuelto a querer igual. Ha besado a muchos, pero no ha sentido ni la mitad de lo que sentía simplemente estando junto a él.

"Sin amor, todos los besos saben igual".

Y ambos saben que algún día ese océano se secará. 
No habrá distancia.
 Y volverán a sentir cómo se les eriza la piel con sólo rozarse.
 Porque el destino es caprichoso, dice ella.
 Y la vida dura, y el amor ni te cuento. 
Pero ellos lo son aún más.
Muchísimo más.
*

martes, 4 de junio de 2013

Héroes.



Todos nos hemos sentido solos alguna vez. Y quien diga que no, miente. 
Pero por muy solos que estemos, nunca lo estamos del todo.
Todos tenemos algún flotador en nuestra vida.

 Esa tabla roñosa que aún pareciendo que no se salvaría ni a ella misma, es capaz de salvarte a ti.
 Y que, aún siendo una simple tabla, a tí te parece la más maravillosa del mundo: Flota

Y lo más importante, te hace flotar.

Cuando crees que te hundes entre tu propia mierda, esa trozo de madera desgastado se ahoga entre tu basura y se oxida con el fin de hacerte emerger.


 ¿Hay mayor demostración de amor que tragarse y limpiar la mierda ajena?

Debería haber más tablas flotantes, más gente con el alma pura y con la mirada transparente.


Estas personas son ángeles. Deberían ser inmortales.

 Son puntos brillantes en tu oscuridad. 
Son esa luz al final del túnel. 
Son estrellas que alumbran tu universo. 
Son la sonrisa entre tu tristeza.
 Son el calor que derrite tus pedacitos de hielo. 
Son ruido en tu silencio
...
 Son héroes.

*
Pero...
Y a los héroes, ¿Quién les salva?

lunes, 3 de junio de 2013

Sin título.

Y de repente, te pierdo. 
Y me pierdo.
Me enciendo un cigarro, exhalo humo y te sigo buscando.
 Nada, ni rastro de ti. 
Tampoco estás al otro lado de la cama.
 Me levanto descalza y salgo al balcón de mi habitación. 
 Aparto las cortinas blancas impregnadas en humo.
 Nada, sigues sin aparecer.
 Se me ocurre preguntarle a la luna si sabe de tu paradero, pero no responde. Ella, que parecía sernos fiel cada noche. Ella, que había sido testigo de lo nuestro. De todo.
 La miro de nuevo y veo que poco a poco se va apagando. Al igual que tú, creo que pretende desaparecer.
Y entonces abro los ojos. De nuevo soñando que te pierdo.


Pero lo pienso y…

¿Es posible perder algo que nunca has poseído?

domingo, 2 de junio de 2013

Sentimientos caducados

Buenos o no tan buenos días, tardes, o noches, dependiendo de donde estés. Supongo que no a muchos kilómetros de mí, pero me entusiasma la idea de que mis palabras algún día vuelen a muchos y lejanos rincones del mundo.

Veréis, más que palabras, son… Lo cierto es que ni yo misma sé que son. 
Sentimientos, supongo. Rectifico: sentimientos caducados

Lo cierto es que hace mucho tiempo que no siento, creo que se me ha olvidado. Creía que era imposible dejar de sentir, no sé, falta de práctica supongo. 

Y soy de las que piensa que para querer  mal, mejor no querer.


Aún así, tengo una duda que me come por dentro: ¿Se puede reaprender a sentir y a querer? ¿Se puede reconstruir el alma y el corazón? ¿Transformar esas pequeñas gotas saladas de angustia en lágrimas de alegría y felicidad? 

Siempre me he considerado autosuficiente, pero creo que necesito un impulso, una fuerza sobrenatural, algo o alguien que me ayude a quitarme esta coraza de 157 toneladas de encima sin miedo. 

Sobre todo, sin miedo.