Es la primera palabra que viene a la cabeza cuando se habla de artistas.
Locos que escriben, dibujan y transmiten “cosas raras”, cosas de locos.
Bah, no saben lo que dicen.
Dejadlos, están locos.
Sólo se entienden ellos mismos.
U otros locos.
O las putas a las que dibujan.
O las musas en las que se inspiran.
Más locos...
Borrachos, yonkis y gente de mala muerte que piensa que puede vivir de sus locuras.
De lo que hacen.
De lo que viven.
¿Sabéis qué? Admiro a esos locos.
Crean, sienten, transmiten. ¿Hay algo más bonito que dedicar tu vida a ello?
Un escritor no escribe lo que vende, sino que vende lo que escribe.
Algunos le ponen precio a su vida.
Sin embargo, el chico aquel barbudo del metro que toca la guitarra mientras canta, regala música.
Y ni todas las monedas del mundo podrán comprar su arte.
Es de los que piensan que el arte no se vende, se comp(arte).
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